"Comenzar a cantar en un coro con una reputación como la del León de Oro fue difícil, pero el momento en el que escuchas una canción y dices ´esto suena increíble´ y te pones a llorar de lo bonito que suena, en ese momento sabes que merece la pena"
Xana Frankish (Shoreham-by-sea, 1995)
es una estudiante de música de la Northbook
College Sussex (Worthing, Inglaterra). A falta de recursos que permitan
realizar una entrevista cara a cara en Worthing, donde la joven reside la mayor
parte del año, Skype facilita un contacto más personal que no se podría
conseguir con la simple voz a través de un teléfono o palabras escritas a
través de un email.
Actualmente te dedica a estudiar profesionalmente música, pero ¿cómo
empezó todo?, ¿de dónde viene ese amor a la música?
Creo que como todos,
cantando en la habitación. Luego fue gracias a cantar en mi primer coro, la Schola Cantorum, y más tarde en “Los
Peques del León de Oro”, allí fue dónde decidí que era lo que quería hacer. A
parte de porque era horrible en Bachiller – bromea.
¿Qué recuerdos tienes de tu primera etapa en un coro?
Desde luego lo pase bien, pero lo
peor para mí era cuando teníamos que vestirnos con las túnicas y cantar
canciones religiosas, porque yo no creía en todo aquello y con la edad que tenía por aquel entonces, me resultaba muy aburrido.
Durante tu primera etapa en la Schola Cantorum además de diversas
actuaciones y un primer contacto con los escenarios pudiste disfrutar de otras
experiencias. Vicente Díaz, el veterano cantautor asturiano, se puso en
contacto con la directora del coro para que juntos con algunas compañeras hicieras
los coros de un par de canciones de su nuevo disco “Montes Cantábricos”. ¿Cómo
fue ese primer contacto con un estudio de grabación?, ¿qué recuerdas de esa
experiencia?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi9r9Dz5OCutpRxFu8xVsCusznr3Fr95lzrzsoomHs0sMptUKMiuSywUj8AIF03izEua7bHzMgeBfiZJUP_q-ol3fv_EqQTJzU4ol1ur9Bvv2geSZqTKtWKLbFe1Gj8m4uvn_rvspnP405/s200/vvv.jpg)
Tras más de media década en la Schola comenzaste a cantar con “Los Peques
del León de Oro”, la cantera del León de Oro, un reputado coro tanto a nivel
nacional como internacional con sede en Luanco. ¿Cómo fue el cambio?
Fue muy difícil, la gente allí
llevaba años y años de conservatorio. Muchos cantaban estilos clásicos y sabían
tocar un instrumento, violín y cosas así, entonces tenían mucho más conocimiento
que yo. La única razón por la que yo entre fue porque tenía buen oído. Fue
difícil, pero el momento en el que escuchas una canción y dices “esto suena
increíble” y te pones a llorar de lo bonito que suena, en ese momento sabes que
merece la pena.
Por aquel entonces todavía ibas al instituto, y cuando cursabas primero
de bachiller tecnológico decidiste dejarlo todo e irte a Inglaterra a estudiar
música, ¿por qué?
Me cuesta mucho concentrarme en
algo que no me gusta y estaba estudiando un curso que no era para mí. Lo único
que me gustaba era la música, y decidí probarlo. Lo curioso es que solo iba a
venir un año y ya llevo cuatro aquí.
¿Cómo fueron los comienzos en esa nueva aventura?
Difícil, mudarte a otro país sin
tu familia y sin tus amigos puede ser bastante duro durante una temporada, pero
si es algo que te gusta te vas a quedar igualmente aunque no lo estés
disfrutando tanto en ese momento.
¿Qué has aprendido durante estos 4 años? ¿Qué haces para vivir de ello?
Todos los años estudias muchas cosas,
no solo cantas. Estudias como escribir canciones, como meterlas en un ordenador
sin tú saber tocar instrumentos… No vivo de ello todavía pero me llaman para
conciertos ocasionalmente, pronto tengo previstos cuatro conciertos pagados.
¿Cuáles crees que son las diferencias de estudiar aquí o allí? ¿No crees
que pudieras haber hecho lo mismo con un sistema como el de España?
No, las clases que se imparten
aquí son muy prácticas e intentan, al menos los dos primeros años, no hacerlas
súper serias. Es muy distinto, me atrevería a decir que en España se trata más
de aprobar y aquí se centran más en que aprendas. Obviamente quieren que todo
el mundo apruebe pero a su vez prefieren que la gente lo esté pasando bien y
que le guste lo que está estudiando.
Hace poco pudiste compartir escenario con uno de los participantes de The
Voice UK, Deano Boroczky, ¿cómo te sentiste? ¿No te has planteado nunca participar
en este tipo de programas?
Deano es una de las personas más
majas e increíbles del mundo. Tiene una
manera de hacer que cualquier persona que cante con él se llene con toda su
energía. Personalmente creo que fue mi actuación con más energía porque te
transmite esa seguridad y esa tranquilidad de que si lo haces mal no pasa nada.
Respecto a la cuestión de participar en este tipo de programas, sobre todo
después de que mi amigo Deano fuera y me contara lo genial que había sido la
experiencia, me planteé presentarme a las audiciones de La Voz para el próximo
año. Sin embargo nunca iría a otros programas como The X Factor porque no me gusta el método que utilizan. En La Voz
no entras por tu físico ni ese tipo de cosas, es por tu voz, y eso me gusta mucho.
Compartes aulas con muchos compañeros con talento, algunos de los cuales
han sido ya firmados, como por ejemplo el grupo indie High Tyde, que ya suena
en radios como la BBC Radio 1 y tocará en el Arenal Festival – uno de los
festivales veraniegos de música más conocidos de España. ¿Deseas sacar su propio
álbum algún día, sonar en radios, o tiene otros objetivos? ¿Cuáles son sus
planes para el futuro?
En un futuro sí que me gustaría
sacar algo, no tiene porqué ser conocido, con tener un disco que alguna gente
conozca me vale porque es algo que me gusta hacer. Desde luego no quiero
trabajar de profesora. Tengo pensado dedicarme a lo que aquí llamamos “session singer”, consiste en que te
llaman para hacer conciertos puntuales y te pagan esa noche y ya está. También
me gustaría trabajar en un estudio, buscar talentos y ayudarlos. De hecho, este
año acabo mi curso de music performance
y empiezo otro distinto para ser manager.
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