Emilia Pardo Bazán (1851-1921), la escritora gallega
del siglo XIX, fue una de las figuras más atentas a todo. Quiso cubrir todos
los campos y además de cuentos, poesía o cuadernos de viajes, escribió novelas
detectivescas al estilo de Conan Doyle. Le interesaba la novela negro, los
crímenes cotidianos.
Por una justicia que no
discrimine es un artículo de Bazán
publicado en 1901 en el número 1.029 de la revista La Ilustración Artística – revista que le dio título al artículo ya
que no poseía. Nos habla de dos crímenes, el de Madrid y el de Carabanchel.
Critica la poca atención que presta la prensa al crimen de Madrid y cuanta ha
prestado en cambio al de Carabanchel, que ella considera un crimen vulgar – los
motivados por el robo. A ella le interesa el misterio y afirma que este tipo de
crímenes no tiene nada de misterioso. Entiende que el misterio de un crimen
está en su psicología, en lo que nos señala sobre el estado social de una
nación o una clase. Esta era la época en la que comenzaba a aparecer el
psicoanálisis de Freud.
Afirma también que las víctimas de este tipo de
crímenes suelen ser poco interesantes y que víctimas como las de los crímenes
de Carabanchel o de La Coruña no deben ser comparadas con quien ella llama “la
joven modista”. Nos describe a esta mujer como deseada y necesitada de trabajo,
lo que le lleva a describir la realidad social del momento. Un momento en el
que se empeñaban los bienes para ganar una cantidad ínfima de dinero, primer lo
superfluo, luego lo necesario y, por último, lo indispensable. Ante tan
terrible realidad la modistilla decide suicidarse y pone rumbo a las aguas del
estanque de la Moncloa. En su camino se encuentra con dos hombres que
visualizándola como una presa fácil la piropean – lo que la autora considera
una ofensa – la persiguen y la amordazan. Ella consigue escapar, mientras ellos
intentan pegarle un tiro para callarla. Ella ya no piensa en suicidarse sino en
el castigo de sus opresores.
Finalmente, la autora critica que se comiencen a
buscar excusas para el castigo de estos delincuentes, como el rumor de que la
modistilla no era tan honrada como en un principio se creyó. Cuestiona si tiene
que ver la conducta de la víctima anterior al crimen para que la ley y la
sociedad la protejan de igual modo. A esto llama Bazán un crimen realmente
misterioso. Quería cambiar las leyes y en su literatura aparece mucho la
problemática femenina, es una de las primeras feministas activas de la sociedad
española.
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